viernes, 29 de marzo de 2013

Sobre las 50 sombras de Grey, las oscuras y las liberadas

Aviso desde el primer momento que esta pequeña reflexión puede contener spoilers y, sobre todo, una OPINIÓN de una lectora que se ha dignado a decir verdades sobre lo que piensa. Todo está dicho desde el máximo respeto posible. Gracias :)


   La gente suele confundir un buen libro (con el que aprendes cosas nuevas e interesantes, te hace pensar y descubrir algo más allá) con un libro de lectura amena (con el que su lectura no se hace pesada, hago la aclaración por si acaso...). Aquí es cuando vengo yo y digo: ¡CUIDADO CON ESO! Lectores y lectoras... no juguéis con ese tema. Al menos conmigo.
   Puedo entender (de manera difícilmente comprensible) que os guste un libro porque su lectura engancha. Lo entiendo en cierta forma porque para mí, ese es uno de los muchos criterios que utilizo a la hora de criticar un libro. Por eso, siempre antes de hablar de un libro (sea para bien o para mal) me gusta leerlo (y no, yo no soy de esos lectores que se meten con un libro porque sí).
   Y aquí es dónde me llevan mis ganas de leer la famosísima trilogía de 50 sombras de Grey. Admito desde aquí, para que no se me tache de que oculto información (porque en los tiempos que corren...), que yo quise leerla voluntariamente desde que me enteré de su existencia. Antes de que hubiera esta fiebre. Cuando se empezaba con la promoción y no la había leído tanta gente. Después, poco a poco me fui enterando de más cosas, de escenas (mi queridísimo amigo Kenzo y sus spoilers :P) y de la opinión de muchos lectores (debo decir que muchos de los que a mí me informaban no suelen leer libros RA ni eróticos así que las opiniones no me las tomaba muy en serio). Y así es como decidí adentrarme en este "pequeño" mundo.
  Creo que lo primero que tengo que mencionar es la escritura de la autora. Una escritura sencilla, demasiado normal tirando a mala (siendo todo lo respetuosa que puedo), con un vocabulario a veces muy limitado y con mucha paja. SÍ, PARA MI GUSTO LA HAY. Ya sé que para muchos ha sido el mejor libro del mundo (cariños, con muchos perdones, ¿cuántos libros de RA habéis leído o libros de otras temáticas? Porque sí, el libro en sí es pasable pero si os gustan los libros eróticos hay mil y uno mejores, de eso estoy segura ¡y con más trama!. ¡Ah, que no se me olvide! Y este tipo de libros, esta literatura, existe desde hace mucho antes que saliese esta GRAN trilogía -mi ironía es palpable-).
   El segundo hecho más que criticable es lo sosaina y virgen (ojo, no digo que ser virgen sea malo) que es la protagonista desde el primer momento pero que tras un "fastástico" primer encuentro sexual, se convierte en toda una experta. ¿HOLA? ¿soy la única que lo ha encontrado totalmente falso o es que la gente está demasiado "por la labor" y ha perdido el hilo de la coherencia?
   Lo "mejor" de todo es que eso no es lo peor. Quitando el hecho de que el Sr. Grey la trata bastante mal (aunque a veces parece que la corteje) y es una cosa que la protagonista acepta de esta manera: bueno, me habla mal, quiere que firme un contrato para poder ser su sumisa y soy como un simple objeto a su lado pero... ¡es que es tan guapo! ¡Me atrae tanto! E igual que me den unos azotes con un cinturón bien fuerte no es tan malo... EJEM. Creo que hay puntos y puntos, cada uno con sus prácticas y cada uno sabe lo que le gusta... ¿pero de verdad hacía falta ese final, con esa paliza? Porque para mí es eso, una paliza en la que encima le hace contar los golpes que le da y después pretende que ella se quede así de rositas y lo acepte (querida Anastasia Steele, hiciste algo bien en ese momento y te fuiste, te mereces un aplauso después de ser bastante tonta durante todo el libro). Bueno, tengo que aclarar que después de ese final me indigné de sobre manera (por si no ha quedado claro) y me enfurruñé decidiendo no seguir leyendo la trilogía.
   Pasadas unas semanas o quizá un mes y algo, decidí continuar con la trilogía. Porque sí. Me apetecía saber qué más había metido esta gran escritora (ironía) en su gran trama (reiterando la ironía). Para mi no sorpresa, la cosa no mejoró. La trama siguió en la cuerda floja, metiendo algunas cosas por aquí y por allá, pero se notaba mucho que era para rellenar. Lo único importante en estos libros, son las escenas de sexo. Ojo, no para mí... para la autora. ¿Anastasia lleva escote? Grey se la lleva a la cama. ¿Anastasia enseña un poco de pierna gracias a unos pantalones cortos ajustados? Grey la empotra contra la pared. ¿A Anastasia se le ve un poco de tobillo? Él se lo chupa y otra vez a lo suyo (obviamente, sigo con la ironía). Aquí es dónde puedo decir... este libro es popular por el simple hecho de que el sexo esté explicado al detalle. La gente que lo lee y nunca había visto antes todo esto escrito... se escandaliza, les gusta y se sienten muy malas por leerlo. Es así, simple y llanamente. Porque sino... ¿dónde le ven la gracia a este libro? PORQUE NO TIENE NINGUNA. De todas formas, sigo diciendo... es que ni esas escenas, valen la pena.
   Entonces... ¿qué tiene de bueno para mí este libro? Como habréis podido notar... nada. Como escritora, E. L. James creo que sinceramente, necesita un diccionario de sinónimos al lado. Porque vale que la escritura sea sencilla y fácil de leer (como he dicho más arriba). Pero, ¿de ahí a utilizar SIEMPRE las mismas palabras? No para de reiterar, una y otra vez durante los tres libros (más de 1.000 páginas de tortura): "Me muerdo el labio. Sabiendo lo que ésto provoca en él." o "Lo que siento por él va mucho más allá de lo que sea o cómo actue." ETC. (No son las palabras exactas, pero sí las ideas de la protagonista, entre éstas, otras perlas). Dejando a parte la escritura de la autora... ¿dónde deja la coherencia de la protagonista femenina? La trata horriblemente mal pero ella le va detrás como perrito faldero. Oh, sí. Un multimillonario atormentado, que te trata fatal, te hace hacer todo lo que le dices y te insulta, y tú le dejas hacer y hacer. ¿En serio? ¿Cómo nos deja a las mujeres? Un caso muy extremo, y que pienso poner a continuación, se trata de una de las escenas del tercer libro. Ya he avisado más arriba de los spoilers... pero si no queréis leerlo, parad aquí y seguid en el próximo párrafo. Resulta que Anastasia, como es evidente, se queda embarazada. Culpa de ambos, por no preocuparse de protegerse, tal y cual. La GRAN PERLA va cuando el querido señor Grey (le llamo así por no llamarle otra cosa) empieza a insultarla por quedarse embarazada. Diciéndole que es idiota, gilipollas o no se qué cosas más. ¿PERDONA? Hasta donde yo sé, él también tiene la culpa. Es él la mayoría de las veces (cada diez páginas más o menos, reitero) el que quiere ir a la cama o a cualquier superficie variable. ¿HOLA? Me pareció increíble, irrespetuoso y perdí la poca fe que me quedaba en la autora como escritora y mujer, la verdad (cabe decir, que no tenía casi nada de fe). ¿Qué debemos pensar de todo esto? Yo, sinceramente, lo veo demasiado extremo. Vale que es un libro, que es ficción, etc, pero... no creo que sea la manera de enfocarlo. No dejándonos como nos deja al sexo femenino. Ante todo respeto, por favor.
 

Si habéis leído todo el "artículo"... ¿qué os parece? ¿Opináis lo mismo?
¿Creeis que la trilogía de Cincuenta sombras de Grey se merece todo el oleaje que ha provocado?

La verdad es que podría decir más cosas pero creo que si se hace necesario, lo haré en otro post.
 ¡Muchas gracias!




Un abrazo para todos,



E.

domingo, 24 de marzo de 2013

La lluvia repentina

   Porque el cambio en el tiempo del día de hoy se asemeja perfectamente a cómo me siento interiormente: desbordada. Gotas que caen una y otra vez, sin aparente remedio alguno. La lluvia repentina es como las lágrimas saladas que caen poco a poco desde mi interior. Así, sin más. Con razones pero sin razones. Hay cosas que no avisan cuando vienen. Ésta, supongo que tampoco ha podido avisar. No se puede evitar algo que está muy calado dentro de ti...
   Y es que no soy solo yo, y ya está. También eres tú, tus decisiones. No soy yo la cerrada en banda. Tú también creas la situación. No cedes tampoco. No es solo: "esto es lo que hay, tú decides". No es justo. No lo es.

¿Por qué no ser egoísta?

   A veces me digo a mí misma que debería saber pensar más hacia mí. No es que no lo haga pero hay veces que supongo que no todo soy yo, yo y solo yo. También existen los sentimientos de otras personas. En las relaciones es así. Si solo piensas en ti, uno de los dos acaba mal. Y lo sé por experiencia. Además, cabe decir que si alguien te importa de verdad (lo suficientemente, ya que es tu pareja o alguien importante) haces lo que sea porque sea feliz. O al menos se intenta. 
  Quizá es una visión que no todo el mundo tiene. Comprensible porque todos somos diferentes... pero, ¿pude alguien ser tan egoísta como para dejarlo todo patas arriba? ¿Puede alguien hacer sentir tan mal a otra persona y simplemente dejarlo todo como está? Pues sí, porque hay gente y visiones para todo.
   Si sé que le he hecho daño a una persona o que he hecho algo mal, yo no sé sentirme bien conmigo misma. Es otro ser humano, jolín. Es que no me cabe en la cabeza eso de decir: bueno, que haga lo que él quiera. Es su decisión. NO. NO Y NO. Narices, tú has tenido algo que ver. Tu eres en muchas partes culpable. ¿Por qué narices hacerse el estrecho y dejarlo todo de lado porque la persona no es receptiva en esos momentos? 
   Puedes ser no receptivo por el dolor que te causa abrirte. O todo lo contrario. Puedes dejarlo todo pasar, pero no hay nada que te cale más que lo que necesitas de verdad. 
   ¿Por qué somos tan egoístas a veces? ¿No podemos asumir parte de la culpa e intentar reparar un poco el destrozo? ¿Por qué los "atacados" no pueden hacer borrón y cuenta nueva de inmediato? 
   Soy de esas personas a las que le afectan de verdad los problemas, si realmente me importa la persona. Pero hay personas que no son así. Eso, o no les importas un pimiento. Creo, que la segunda opción es más viable. Y ya veis... es que no todo es tan bueno como creemos a primera vista. Todos tenemos nuestra parte mala. Pero hay algunas cosas más malas que otras. Y la falta de empatía hacia otra persona, para mí, es una de las graves. Ser egoísta, no siempre es bueno. Como no siempre es malo.
   A los "atacados": simplemente tenemos que jodernos. Simple y llanamente. Superadlo como veáis. Poco a poco, deprisa... pero yo no soy capaz de hacerlo de ésta última forma. Tengo en muy alta estima lo que siento hacia todo el mundo en general, mis pensamientos para mí son muy importantes. No soy capaz de pararlo todo, sin más e ir a por otra cosa. No me parece coherente. Si alguien te importa (al menos realmente o lo que supuestamente has reiterado mucho) luchas por él. No importa el qué. El por qué. El cuando... No importa nada más porque lo importante es como te sientes tú, como se siente él. ¿Tan difícil es de comprender? ¿Es tan fácil para vosotros simplemente dejarlo estar e ir con otra persona? Tanto no os importará el otro, digo yo, en ese caso, ¿verdad?

sábado, 23 de marzo de 2013

Just one last time...

I know what I'm supposed to do, I have to get myself away from you. The real problem is that even though it hurts, I can't slow down. I can't. I can't. Walls are closing in and I hit the ground again and again... I'm just a fool. I want to be closer. Closer to you. By you side... Just one last time.

martes, 19 de marzo de 2013

"I realize the blame is on me. Trouble, trouble..."




Once upon time, a few mistakes ago, I was in your sights
You got me alone, you found me, you found me, you found me.

I guess you didn't care and I guess I liked that.
And when I fell hard, you took a step back
Without me, without me, without me.

And he's long gone, when he's next to me.
And I realize the blame is on me.

Because I knew you were trouble when you walked in, so shame on me now.
Pull me to places I'd never been, so you put me down, oh.
I knew you were trouble when you walked in, so shame on me now.
Pull me to places I'd never been. Now I'm lying on a cold hard ground.

No apologies. He'll never see you cry. Pretend he doesn't know.
That he's the reason why you're drowning, you're drowning, you're drowning.

And I heard you moved on, from whispers on the street
A new notch in your belt, is all I'll ever be.
And now I see, now I see, now I see.

He was long gone, when he met me.
And I realize the joke is on me.

I knew you were trouble when you walked in, so shame on me now.
Pull me to places I'd never been, so you put me down, oh.
I knew you were trouble when you walked in, so shame on me now.
Pull me to places I'd never been. Now I'm lying on the cold hard ground
Oh, trouble, trouble, trouble
Oh, trouble, trouble, trouble

When your saddest fear comes creeping in...
That you never loved me, 
Or her, or anyone, or anything.

I knew you were trouble when you walked in, so shame on me now.
Pull me to places I'd never been, so you put me down, oh.
I knew you were trouble when you walked in, so shame on me now.
Pull me to places I'd never been. Now I'm lying on the cold hard ground
Oh, trouble, trouble, trouble
Oh, trouble, trouble, trouble

I knew you were trouble when you walked in...
Trouble, trouble, trouble.
I knew you were trouble when you walked in...
Trouble, trouble, trouble.



viernes, 15 de marzo de 2013

Soñaré...

   Acércate a mí. Despacio, sin dudarlo ni un instante. Mírame fijamente. Sonríeme. Haz que vuelva a pensar cuánto vale la pena estar junto a ti. Acerca nuestras manos. Entrelazándolas. Acaríciame suavemente con tus dedos y deja que lo haga yo también. Me gusta muchísimo esa sensación. Eres de lo poco real que siento últimamente. Probar tus labios, una y otra vez, una y otra vez. Sin cansarme. Sin ver un fin. Cerremos los ojos e imaginemos... imaginemos todo lo que queramos. Seamos personas diferentes, si hace falta. Vamos a imaginar que estamos en otra dimensión. Una en la que nos podamos decir todo con solo mirarnos. Dejémonos llevar. Despacio, muy despacio.
   Haz que la locura cree mella en mí. ¿Puedes? Podrás. ¿Es así como se siente el volar? Si es así, quiero sentirme de esta manera un poco más. Siempre a tu lado, y no dejar que te separes. No quiero dejar que mi tristeza vuelva a hablar por mí, mi dolor interior, toda mi pena. Me gustaría poder apartarla. Pero es algo con lo que me afrento día a día. Algo a lo que le temo... por eso temo que también venga cuando estoy contigo. No sabría qué hacer. ¿Cómo actuar? Finalmente, creo que es mejor... soñar. Soñar y olvidarse de esta sensación, que desparecerá poco a poco, para dejar paso a una nueva. Alguien nuevo que quizá no se asuste de comprenderme, ni yo me asuste de comprenderle. Mientras tanto... soñaré, pero cada vez menos.

miércoles, 13 de marzo de 2013

Buenas o malas costumbres

   Quiero pensar que hago lo correcto. Aunque en el fondo tenga una espinita clavada dentro de mí. No siempre salen las cosas como queremos. Y de todas formas, por mucho que lo quieras las cosas acaban torciéndose poco a poco.
   Realmente querría que alguien pensase por mí por unos días. Creo que me he acostumbrado en poco tiempo a algo que no es posible. No sé si es bueno o si es malo. Mi conciencia me dice que es malo, corrosivo para mí. Para mí y para dentro de un tiempo. Puede sentirse tan bien y estar mal... que a veces no nos damos cuenta.
   Siempre he pensado que lo bueno no es siempre lo correcto, ni lo malo lo incorrecto. Pueden invertirse los papeles. De hecho en la vida, siempre se invierten los papeles. Pero... es todo tan confuso. Es un quiero pero no quiero. ¿No puedo tener las dos cosas a la vez?
   Me gustaría ser capaz de apartar la mente. Solo actuar. Pero yo no sé hacer eso, no sé hacerselo a nadie ni a mí misma. Y creo que eso no puedo cambiarlo de ninguna manera.
   Si yo me abro a alguien, es porque verdaderamente siento interés. Si siento que eso es traicionado... me cierro bastante en banda. Porque duele. Duele demasiado. Duele dar sin recibir. Y duele no recibir exactamente lo que tú das. Es cierto que hay una frase que dice "Hoy por ti, mañana por mí" pero en mi caso siempre he visto que no se suele cumplir. De esta manera es como mis esperanzas suelen estar al 0.
   Así que quizá no hay buenas ni malas costumbres. Todo es como queramos enfocarlo. Supongo... De todas formas, aún no tengo pruebas suficientes sobre ello. De momento, seguiré aguantando los golpes en mi muralla personal, hasta que aguante. Después solo hará falta una pequeña reparación -después de unas cuantas...- y a otra cosa mariposa. Poco a poco el tiempo pone todas las cosas en su lugar... o eso quiero pensar.

martes, 12 de marzo de 2013

Jugando con cosas esenciales

   No sé cómo empezar a describir lo que siento. Es difícil. Más que eso, arduo. 
   Creo que no tengo la suficiente entereza como para hacer todo lo que me gustaría pero eso no aparta de mí el hecho de intentar hacer las cosas lo mejor que puedo. ¿Por qué no?
   Es decir, sí que creo que es importante hacer lo que queremos de verdad pero no creo que en el proceso tengamos que llevarnos a las personas por delante. Para mí eso es muy importante. 
   Darnos una oportunidad es esencial. Conocernos, también lo es. Pero durante el proceso... pueden ocurrir muchas cosas que pueden herirnos inevitablemente. Pequeñas grietas que se forman en nuestra muralla de la "confianza para personas especiales". Esas grietas, si poco a poco van juntándose... podrían desembocar en una importante rotura en nuestra muralla. Y eso es precisamente lo que no quiero.
   ¿Está mal que quiera protegerme en cierta forma a mí misma? Sé lo que quiero, quiero intentar muchas cosas pero... hay cosas que no sé si estoy dispuesta a dejar pasar. No me gusta mandar a nadie más que a mí misma, por eso me gustaría poder mandarme: "Ve con cuidado Estela", o directamente "No lo intentes si no crees que todo vaya por buen camino". De todas formas, eso no lo sabré nunca si no lo intento... pero si lo intento puede que haya momentos en los que me juegue mi felicidad. Y esa es una cosa esencial para mí.
    Quiero intentarlo. Lo quiero, lo quiero, lo quiero de verdad. Pero no sé si estoy dispuesta a degradarme a mí misma. Mis pensamientos, mis (por llamarlo de alguna manera) ideales. Tengo ideas muy fijas sobre lo que quiero, lo que sé, lo que pienso que se debe hacer y lo que no (para mi gusto), pero ¿qué si esas ideas se resquebrajan por algunas decisiones? ¿Qué digo entonces de mí misma? ¿Qué prueba tengo entonces de fidelidad a mis pensamientos? ¿Qué hay de lo que he pensado siempre? ¿De lo que creo que debo ser y cómo debo ser? Esas son algunas de mis muchas preguntas. Sin respuesta, por el momento.
    Soy consciente que todo no depende solo de mí  pero no puedo quitarme de la cabeza el hecho de que no soy nada principal. Que quizá me gustaría serlo. O no. No lo sé. No me gusta pensar que estoy en un segundo plano. Simplemente no encaja conmigo. ¿Por qué si yo no podría hacerlo o no querría hacerlo, dejárselo hacer a mi persona? ¿Por qué dejar que me lo hagan? Siempre he tenido muy claro que no seré la segunda oportunidad de nadie. Mi dignidad está por encima de todo eso. No soy así y creo que no podría serlo. No se trata de escoger, se trata de saber qué nos hace bien como personas. Qué nos hace felices. Qué cosas son esenciales para nosotros. Entonces, el quid de la cuestión en realidad es... ¿podré saberlo pronto yo?


Un abrazo para todos,



E.

miércoles, 6 de marzo de 2013

Mi propia short story: "El despertar"

   El reloj pasaba lentamente mientras miraba el tiempo correr a una velocidad realmente pésima. Los segundos eran comparables a las pequeñísimas gotas de lluvia al estrellarse contra la ventana. Poco a poco. Muy poco a poco... haciéndome suspirar en cada momento. 
   Mis párpados se cerraban y abrían rápidamente cual alas de mariposa en pleno vuelo intentando no caer en un profundo y reparador sueño. No quería quedarme dormida. No en ese momento tan sumamente especial e importante en mi vida. Esa decisión me cambiaría para siempre.
   Eran casi las cuatro de la madrugada pero todo por lo que podía esperar estaba ahí, delante de mí. Esperando a que llegase ese preciso instante. Quería recompensar todo lo vivido.
    Sabía que estaba a punto de suceder. Ese ritmo cadente al que estaba tan acostumbrada, empezó a ser más irregular. Mis nervios estaban a flor de piel. ¿Cómo podía sentirme así? ¿Qué podía esperar después de lo que estaba a punto de suceder? Ni si quiera puedo recordarlo con exactitud.
   Lo tenía todo calculado a la perfección. Conocía cada movimiento y lo que debía hacer. Me moría de ganas... Había estado esperando demasiado tiempo a ese momento. Ese preciso instante. Esperaba sentirme desatada y por fin libre de esas cadenas opresoras que sentía en mi interior.
  En los últimos minutos de espera, recordé todo lo que había sucedido. Todo lo que me había empujado a querer eso de una forma tan desesperada. Dicen que por amor se cometen muchas estupideces y podría decir que todos los momentos que me habían movido hasta ahí, habían sido motivados por él. Pero ahora no sé si eso es cierto.
   Recuerdo también los versos de una canción que me vinieron a la mente:
You know I love you, I really doBut I can't fight anymore for youAnd I don't know, maybe we'll be together againSometime... in another life.
   Se sentía tan real, tan mía. MÍA. No podía dejarla ir de mi mente. No dejaba de dar vueltas. Una y otra vez. Una y otra vez... Me lo repetía como un mantra. "You know I love you, I really do...". Le quería. Pero de una forma que me mataba lentamente. De una forma que dejaba que me controlase por encima de cualquier cosa. Por encima de mi dignidad como humana.
  Sin poder pensármelo mucho más, el momento llegó. Después de dejar que pasasen segundos, minutos y horas, mi cometido no duró más que sesenta segundos. Estaba todo controlado.
   Un líquido espeso y caliente resbaló por mis manos mucho antes de lo que esperaba. ¿Cuánto se suponía que debería tardar? ¿Diez segundos, veinte lo sumo? Le miré a los ojos durante todo el proceso. Su color azul marino me miraba con los ojos cristalinos y haciendo una silenciosa pregunta mientras se iban apagando lentamente. ¿Por qué? Él lo sabía perfectamente. En esa peligrosa relación era o yo o él. Y yo tenía muy claro que quería seguir con mi vida. Ahora, él estaba muerto. Mi diablo personal había desaparecido.


¿Qué os parece? 
Es mi primera historia corta que publico online... 

Espero que se entienda de qué va, puedo explicarlo en la próxima entrada. He intentado calcular muy bien cada palabra, en cada parágrafo. Si os fijáis, se sigue un patrón. Intento que penséis que va a suceder un episodio amoroso entre una pareja pero a la vez introduzco palabras, por decirlo de alguna forma, que llaman a la catástrofe inminente.



Un abrazo para todos,



E.

martes, 5 de marzo de 2013

Conocimientos sobre mi persona

   En estos momentos de la noche en los que me viene la inspiración... no puedo parar de escribir. Es siempre así:
    1. Me pongo a escuchar música.
   2. Siento la inspiración, como un tipo de mariposas (de esas que se cuenta que se sienten cuando estás enamorada), y necesito plasmarla. Así, sin más.
    3. Así que abro el word. Veo el "trozo" de papel... y pum. Es automático.
   Un párrafo, dos, tres... o incluso una historia que dejo salir al momento. Es algo muy arraigado en mi interior y algo por lo que no me hace falta esforzarme. Solo yo. Solo el papel. Solo la música.
    Pero... ¿y todo lo demás? ¿Por qué no son así de fáciles el resto de cosas? Sí que estaría bien que pudiese apartar lo que en un momento no me apetece pensar o lidiar conmigo misma. Pero la vida no es como el escribir. Y a veces desearía que lo fuese porque los momentos de duda, de pensamientos en los que requieres más tiempo del que deberías... no me gusta lidiar con ellos. Muchas veces me gustaría controlar mis pensamientos, en el sentido de poder apartar algo de mi mente cuando a mí me apetezca. Y volver a desenterrarlo cuando me sienta preparada. Creo que esa es una de las razones por las que a veces soy tan impulsiva... ¿no os pasa? Quizá tengo demasiadas cosas en la cabeza...

PS: Hoy desvarío, estoy segura sobre eso.


Un abrazo para todos,


E.